En un artículo anterior explicamos qué es una fachada ventilada, el sistema más eficiente para llevar a cabo el cerramiento de un edificio. Hoy vamos hablar de los beneficios de instalar una fachada ventilada.
Recordemos que las fachadas ventiladas se componen de un muro de soporte, una capa aislante intermedia, y una capa externa o revestimiento.
El objetivo que persigue esta fórmula es crear una cámara de aire ventilada que permite el flujo de aire de un modo constante. De este modo se produce un ‘efecto chimenea’ que hace que invierno el aire caliente se mantenga dentro, para contribuir a calentar el interior del edificio, y en verano salga por la parte superior, evitando de este modo el sobrecalentamiento.
Este nuevo concepto de fachada es la clara evolución de las construcciones, ya que representa una mejora en la rentabilidad, el diseño y la productividad.
Ahora que ya sabemos lo que son las fachadas ventiladas, hablemos sobre los beneficios de su instalación en edificios de cualquier clase.
Ahorro energético
El ahorro energético es uno de los grandes alicientes para decidirse por instalar una fachada de este tipo. El primer gran beneficio de las fachadas ventiladas, y el que más directamente afecta a los usuarios, es el ahorro energético. Según FACUA, en los últimos 10 años la factura de la luz ha subido un 76%. Para compensar esas subidas tenemos diferentes formas de ahorro y una de las más importante es, sin duda, la fachada ventilada.
Dependiendo del tipo de fachada ventilada, el consumo energético puede llegar a reducirse entre un 25 y un 40%, lo que deriva en una reducción de las facturas mensuales de gas y electricidad.
La cámara de aire es un ‘climatizador’ natural que no supone un gasto de energía y que ayuda a que el interior del edificio no esté a expensas de los cambios de temperatura del exterior.
De ese modo, las personas que se encuentran dentro estará siempre más cerca de una temperatura óptima y no tendrán que hacer un uso exagerado de la calefacción en invierno y del aire acondicionado en verano. En conclusión, se favorece el ahorro en energía y el confort térmico.
Excelente aislamiento
Uno de los principales beneficios de la fachada ventilada es su capacidad como aislante térmico y acústico. Como hemos visto, este sistema constructivo permite mantener una temperatura agradable en el interior de la vivienda, tanto en invierno como en verano.
Pero además, ¿sabías que las fachadas ventiladas también mejoran el aislamiento acústico? Esta alternativa permite disminuir la contaminación acústica entre un 10 y un 20% procedente del exterior. Esto se debe a que la capa de revestimiento exterior de la fachada ventilada absorbe parte de las ondas sonoras del ruido ambiental, disipándolas y dejándolas pasar mínimamente al muro portante.
De paso, ayuda a mejorar la contaminación medioambiental y reducir los inconvenientes derivados del ruido, como el estrés, cansancio, falta de concentración, dolores de cabeza, migrañas, etc.
Sostenibilidad
La fachada ventilada es un sistema que convive a la perfección con las nuevas tendencias de arquitectura sostenible. En círculos académicos europeos, la fachada ventilada está considerada como el sistema más eficaz para conseguir un buen aislamiento, evitando los puentes térmicos y problemas de condensación.
El buen aislamiento térmico y el ahorro energético está muy ligado al hecho de que, gracias a este tipo de fachadas, respetamos el medio ambiente de una manera más activa. En este sentido, actualmente el aporte de los edificios por la pérdida de energía a la capa de ozono es del 80% aproximadamente.
Productividad
Otro de los beneficios de la fachada ventilada es su altos nivel de productividad. Con menos energía podemos conseguir mejores resultados. Si antes gastábamos 80€ mensuales en el recibo de la luz, gracias a las fachadas ventiladas podremos disfrutar de las mismas horas de luz pero gastando tan sólo unos 48€.
Entre otras razones, esto se debe a que no se condensa el vapor de agua y por tanto hay mayor transpirabilidad de la fachada. Tampoco necesita tanto tiempo para su instalación y ejecución técnica.
Alarga la vida útil
Entre los beneficios de la fachada ventilada está también la gran resistencia que ésta ofrece al paso del tiempo y a los cambios estructurales del edificio. Este tipo de fachadas están realizadas para durar y para que la inversión sea mucho más rentable que la realizada con otro tipo de materiales y soluciones constructivas. Por ello son las más utilizadas y valoradas del momento.
Las fachadas ventiladas son más estables que otro tipo de instalaciones y se adaptan mejor a los asentamientos de terreno o del propio edificio. Para que no aparezcan ni grietas ni fisuras en la fachada, la cámara de aire tiene un papel clave, ya que permite mantener la temperatura estable de la vivienda. El hecho de que no se produzcan cambios extremos de temperatura en la construcción favorece que no haya movimientos de contracción o dilatación.
En conclusión, un edificio con fachada ventilada tiene una vida útil mucho más larga que otro con fachada convencional.
Impermeabilidad
La fachada ventilada es una barrera frente al agua de lluvia. Los actuales materiales para fachadas ventiladas actúan como auténticos paraguas al no absorber la humedad y permanecer siempre secos, preservando su función. La lluvia que pudiera filtrarse a través de la juntas se seca rápidamente por la circulación del aire en la cámara entre capas, eliminando humedades a través de este espacio ventilado y evitando condensaciones que afecten al muro portante.
Por tanto, las fachadas ventiladas consiguen reducir considerablemente tanto la humedad como la condensación originada en el interior o en el exterior de la vivienda. Se eliminan las filtraciones de agua que pudieran filtrarse entra las juntas de los paneles, gracias a la continua circulación del aire en la cámara de aire.
Poco mantenimiento
Otra de las grandes ventajas de las fachadas ventiladas es su bajo coste en mantenimiento y su facilidad de limpieza. Una fachada ventilada no necesita revisiones tan a menudo como una convencional. Se hacen revisiones cada 3, 5 y cada 10 años. Además, la garantía de funcionamiento también es mucho mayor.
Este sistema de fachadas es resistente a las condiciones climatológicas tales como el agua de lluvia, granizo o cambios de temperatura. Los anclajes también son seguros, lo que evita el desprendimiento de las placas. No obstante, si alguna de las piezas llegara a sufrir algún daño, es posible sustituirla sin afectar el resto.
Por otro lado, si es necesario pasar cables o instalar conductos hacia el interior del edificio, con este sistema es fácil y cómodo. La capa exterior los ocultará de la vista. Y si en algún momento hay que reparar o sustituirlos, se puede hacer sin necesidad de romper los muros.
Estética
A la hora de comprar una vivienda no podemos olvidar la estética del edificio. Hoy en día, los edificios ya no son solo un lugar digno donde vivir, sino que los propietarios desean que sean estéticamente bonitos y den una sensación de lujo, comodidad y modernidad desde su propia fachada.
Y en este sentido, las fachadas ventiladas permiten una gran cantidad de acabados, colores, texturas y materiales (pizarra, gres porcelánico, ladrillo ornamental, etc) que pueden revolucionar completamente la imagen inicial de la estructura del edificio.
Aumenta el valor de la construcción
Toda la inversión realizada en una fachada ventilada se verá amortizada por la eficiencia energética, duración y vida útil, y el bajo coste en mantenimiento. Tanto las obras de nueva construcción como las rehabilitaciones se verán beneficiadas por este tipo de fachadas: se estima que el valor de los inmuebles es un 25% superior frente a otros con un cerramiento de fachada convencional.
Desde el punto de vista económico y del ahorro, las fachadas ventiladas son todo ventajas. No solo estarás reduciendo las facturas energéticas (calefacción, aire acondicionado, electricidad), sino que, además, estarás contribuyendo a la preservación del medio ambiente.
En Residencial La Granja León, instalaremos la fachada ventilada cerámica por extrusión de la marca Faveker® (división para fachadas de Gres de Aragón).
