Ventajas de la Ventilación Mecánica Controlada

Con la irrupción de la pandemia del Covid-19 ha quedado patente la importancia de realizar una buena ventilación para mantener unos niveles de CO2 saludables en los edificios que habitamos. La ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperación de calor es la solución definitiva para mantener la calidad del aire interior en niveles óptimos, preservando nuestra salud y ahorrando energía.

Ventilador

La importancia de una buena ventilación

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los ciudadanos pasamos entre el 80% y el 90% de nuestro tiempo en espacios interiores (hogar, centros de trabajo y educativos, gimnasio, establecimientos comerciales…), cuyos niveles de contaminación pueden llegar a ser hasta 100 veces más altos que en exteriores.

La falta de circulación del aire en los espacios cerrados, la deficiente ventilación de las habitaciones, la elevada ocupación o el dióxido de carbono que se produce al respirar, hace que los niveles de CO2 en los edificios se acumule muy rápido.

¿Sabías que un adulto normal respira alrededor de 15.000 litros de aire al día?

El nivel de concentración de CO2 es el parámetro de referencia utilizado para medir la calidad del aire en las distintas estancias de una vivienda. Y para la mayoría de los expertos (entre los que se incluye la OMS), las concentraciones por debajo de 1000 ppm (partes por millón) se pueden considerar como ‘saludables’. Se considera ‘poco saludable’ por encima de 1000 ppm, ‘nociva’ a partir de 2500 ppm, y ‘grave’ a partir de 5000 ppm.

La mala calidad del aire afecta a la salud de las personas. Podría ocasionar somnolencia, dolores de cabeza, problemas respiratorios, falta de concentración, ansiedad o fatiga.

Ante esta situación, ¿qué podemos hacer para mejorar la calidad del aire? VENTILAR es fundamental para preservar la salud.

La falta de ventilación, además, puede ocasionar una elevada humedad relativa que, cuando supera ciertos valores (80%) y se encuentra con paredes poco aisladas o puentes térmicos, puede generar mohos cuyas esporas son causantes de enfermedades respiratorias.

Paradójicamente, cuanto más se avanza en eficiencia energética y aislamiento de las viviendas, los edificios se van haciendo cada vez más estancos al exterior y, por lo tanto, más susceptibles de empeorar en salubridad. Por eso, una buena ventilación cobra especial importancia.

El actual Código Técnico de la Edificación, en su documento básico DB HS 3: Calidad del aire interior, contempla la ventilación en los edificios como un medio para mejorar la salubridad del aire que respiramos y evitar condensaciones.

¿Cómo realizar una correcta ventilación?

Pero ¿cómo realizar una correcta ventilación? ¿Es suficiente con abrir las ventanas 10 minutos? ¿Es mejor hacerlo de forma natural o mecánica?

Abrir las ventanas durante un periodo de tiempo ayuda a disminuir las concentraciones de humedad y CO2, y permite la entrada de un flujo nuevo de aire con una mayor concentración de oxígeno que mejora la habitabilidad. Sin embargo, este sistema tradicional de ventilación no filtra la entrada de polen, virus, aerosoles y/o partículas contaminantes procedentes del exterior.

Además, el aire que entra en invierno es frío, y en verano caliente, por lo que el edificio deberá hacer después un esfuerzo energético para recuperar la temperatura de confort adecuada. ¡Y esto es un gran derroche de energía!

¿Qué es la ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperador de calor?

Existen otros métodos que permiten mantener un buen nivel de calidad del aire, como la ventilación mecánica controlada. Se trata de un sistema para renovar de forma permanente, inteligente y automática el aire de tu casa. ¡Sin abrir ventanas!

El sistema de ventilación mecánica controlada de doble flujo consiste en introducir aire limpio en cada espacio seco de la vivienda (salón y dormitorios), y extraer el aire viciado desde los espacios húmedos, como el baño o la cocina.

Dentro de los sistemas de ventilación mecánica controlada, el más eficiente es el que incorpora un recuperador de calor. Sin entrar en demasiados detalles técnicos podemos decir que un recuperador de calor es un motor que introduce y extrae aire haciéndolo pasar por un intercambiador y unos filtros para garantizar que perdemos la menor cantidad posible de la energía térmica de la vivienda, y que lo hacemos con la mayor calidad de aire eliminando contaminantes.

Fuente: airtecnis.com

Como su nombre indica, este ‘motor’ recupera el calor o el frío expulsados. Esto es posible gracias a que los conductos de entrada y salida de aire del edificio se cruzan en el recuperador de calor y, sin mezclarse dentro de él, intercambian el calor que contienen para que el salto térmico entre el exterior y el interior no sea tan elevado. Por tanto, se produce un aprovechamiento del calor.

De esa manera, en invierno, el aire frío que entra en la vivienda, recibe entorno al 80% del calor que transporta el aire expulsado, con lo que introducimos aire ya caliente en la vivienda y apenas perdemos energía. Lo mismo ocurre en verano, pero a la inversa, al aire caliente del exterior es enfriado por el aire interior expulsado, de manera que el 80% de la energía de climatización se recupera de nuevo.

La eficiencia energética de un recuperador de calor puede alcanzar el 90%, ahorrando así hasta un 50% de la energía asociada a la calefacción de la vivienda.

Ya sea en verano o en invierno, está claro que los sistemas de ventilación de doble flujo son el presente y el futuro. Sobre todo si se apuesta por la eficiencia energética. Los gastos en calefacción o aire acondicionado son notables y, con estas instalaciones, podemos evitarlos en casi todas las situaciones.

Ventajas de la ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperador de calor

La ventilación mecánica controlada de doble flujo con recuperador de calor aporta diferentes VENTAJAS, como:

– Un ahorro de costes, a través del ahorro de energía y de un uso inteligente de la misma.
– Un mayor confort: temperatura constante.
– Un ambiente más saludable. Respiramos mejor, esquivamos enfermedades y no tenemos bacterias o humedades en el aire.
Aislamiento acústico, al no ser necesario abrir las ventanas para ventilar.
– En zonas contaminadas, podemos mejorar la calidad del aire e introducir en la vivienda un aire de calidad superior. Es posible filtrar el polen, alérgenos, aerosoles y partículas contaminantes del aire.
– Y una calidad del aire adecuada, al mantener los niveles de CO2 en unos valores saludables.
– Con un mantenimiento muy sencillo.

Disfruta de todas las ventajas de la ventilación inteligente en nuestro edificio Residencial La Granja León.

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